jueves, 23 de octubre de 2008

EL ZURDO Y LA MORAL


Atentaría contra la objetividad científica de este panfleto afirmar categóricamente que el zurdo no tiene moral.
No es que no tenga, sino que como tiene una moral zurda se le nota poco.
A pesar de esto es justicia reconocer que el zurdo aventaja notoriamente al liberal cuya moral se limita a que cada uno haga lo que se le antoje si yo hago negocio. Para el zurdo, a diferencia del liberal, no es indiferente que Dios exista. Mientras que para el liberal Dios no existe si los ateos ganan la elección por un voto para volver a existir cuando la elección la ganan los creyentes, el zurdo necesita imperiosamente que Dios no exista.

Tiene razón Lefebvre cuando afirma que "...sería calumnioso atribuir a los marxistas una especie de cinismo inmoralista...El cinismo inmoralista se halla en los representantes (literarios, ideológicos, políticos) de la burguesía decadente, o también de ciertos individuos desclasados que rechazan toda moral al mismo tiempo que la moral establecida".
La moral es la ciencia de lo que está bien y lo que está mal; o por lo menos eso era, hasta el advenimiento del Nuevo Faro de Alejandría.

Esa conciencia de lo bueno y de lo malo está desparramada entre todos los habitantes del mundo, quienes por una intuición metafísica tienen el convencimiento más o menos generalizado de que hacer picadillo de carne con el vecino de enfrente está mal. El zurdo objetará que en algunas comunidades -o en otras culturas- el canibalismo está bien visto. Pero esa objeción solamente puede hacerla un zurdo. Cualquier tipo normal considera que comerse al portero no es ninguna "otra cultura" sino una falta de cultura o, por mejor decir, una salvajada.

El zurdo no. Como para él la moral es un conjunto de imposiciones de la clase dominante, violarla no es necesariamente malo. Por otra parte el concepto de malo y de bueno es relativo. Si a usted le dicen que es un "buen trabajador" y se pone contento, lo siento señor pero usted es un estúpido. "El buen trabajador", dice el zurdo, es un prejuicio de la moral burguesa; el "buen padre de familia" también. El delincuente y el genio son la misma cosa, porque ambos violan la moral establecida. Además, ¿por qué castigar al ladrón si el dueño de la cosa robada no tiene derecho a ella, puesto que la propiedad privada es un robo?

El odontólogo platense Ricardo Barreda, condenado a reclusión perpetua por el asesinato de su suegra, su esposa y sus dos hijas, no es un homicida sino un revolucionario que vino a confirmar las profecías de Marx y Engels acerca del colapso de la familia burguesa. Lo mismo que el Dr. Sergio Shoklender, quien pulverizó la contradicción burguesa entre matar a la madre y defender los derechos humanos.
El zurdo tiene una ética, la del materialismo. El hombre en una sociedad sin clases se realizará en forma integral, abandonando la división entre la reflexión y el trabajo para ser la más alta síntesis de estos aspectos opuestos. Hasta ahora no les salió, pero cuando se les dé vamos a estar fenómeno, parece.
Ahora, si no hay más que la materia, ¿por qué se debe liberar al proletariado de la opresión? Si no hay regla moral inmutable, ¿por qué no imponer la ley del más fuerte? Si no hay un bien objetivo hacia el que la humanidad tienda o deba tender, ¿sobre que pauta valorativa puede decirse que tal o cual conducta es más o menos humana?
Si todo es dialéctica, ¿cuál es la diferencia entre darle un pan a un hambriento y pegarle un tiro en la cabeza?
Después de todo, en ambos casos se evita que sufra...

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2 comentarios:

  1. demasiado cierto para chiste...

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  2. genio! soy docente, la ultima te la tomo, como ejemplo para mis alumnos! es verdad en ambas se evita que sufra...claro ahora viste todo es una vcuestion semantica...

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Ponele onda, no honda.